La gabapentina y la pregabalina son los dos gabapentinoides actualmente comercializados en España que están indicados para el tratamiento de la epilepsia, el dolor neuropático periférico, la neuropatía diabética y la neuralgia postherpética. La pregabalina tiene también indicación en el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada.
Su uso en los últimos años ha aumentado de forma exponencial. Desde la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS), se destaca el uso de estos fármacos en indicaciones distintas a las autorizadas como la fibromialgia, la migraña, el dolor lumbar, o el síndrome de piernas inquietas. Se plantea que esta elevada prevalencia de uso podría obedecer a estrategias de reducción en la utilización de otros grupos como los opiáceos en el dolor crónico o las benzodiacepinas. Sea cual sea la causa, el uso de gabapentinoides en indicaciones no autorizadas expone a los pacientes a unos medicamentos con pruebas limitadas sobre su eficacia y a los riesgos asociados a una sobreutilización.
Los autores de este estudio se plantearon evaluar la adecuación de los tratamientos con gabapentina y pregabalina en las indicaciones autorizadas, analizar su uso en las no autorizadas e identificar a los pacientes con mayor riesgo de sufrir depresión respiratoria con estos fármacos.
Se llevó a cabo un estudio observacional retrospectivo que incluyó a 9.778 pacientes en tratamiento con gabapentina o pregabalina durante el primer bimestre de 2020 en Navarra.
Los resultados mostraron que gabapentina y pregabalina se prescribieron para indicaciones no autorizadas en más del 56% de los casos. La media de edad de los pacientes fue de 67 años y un 61% eran mujeres. El 60% tomaba de forma simultánea al menos un depresor del sistema nervioso central (SNC), el 33% algún opiáceo, el 20% opiáceos combinados con depresores del SNC y el 4% algún antihistamínico. El 11% tenía el diagnóstico de asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Estas prevalencias se vieron constantes durante el resto del año.
Los autores concluyeron que es necesario implementar estrategias de desprescripción de gabapentinoides para adecuar su uso y disminuir los problemas de toxicidad. Respecto a estos riesgos, un análisis sobre uso de pregabalina y riesgo de dependencia sugería que cuando la pregabalina, por ejemplo, se toma asociada a hipnosedantes, antidepresivos, antipsicóticos o analgésicos opiáceos, existe la posibilidad de un incremento del riesgo de disminución del estado de alerta, somnolencia, caída y fractura. Aunque en 2019 la FDA emitió una alerta informando del aumento del riesgo de depresión respiratoria en pacientes a tratamiento con gabapentinoides y depresores del SNC, este estudio muestra una alta prevalencia de uso de esta combinación, con el problema de seguridad que esto supone. Además, hay que tener presente que la población más expuesta a estos grupos de medicamentos suele ser la más susceptible de sufrir sus adversos efectos.