En pacientes de edad avanzada, la polimedicación (consumo continuado de 5 o más medicamentos) se asocia a un aumento del riesgo de caída, incapacidad y muerte. Este riesgo se añade a los riesgos asociados a las patologías para las que se supone que se consumen los medicamentos.
Se diseñó un estudio de cohortes prospectivo para evaluar la asociación entre la polimedicación y las alteraciones de la marcha y la discapacidad acompañante. Se analizaron 249 pacientes de 65 años o más sin patologías previas que pudieran afectar la marcha. Un total de 176 (70,6% de) consumían al inicio una media de 9 medicamentos. Este grupo mostró un mayor número de caídas del año previo. En los cinco años siguientes, los parámetros de marcha empeoraron con más rapidez en este grupo polimedicado [HR = 4,62 (IC 95%, 1,82-11,73)]. También se observó una mayor incidencia de fracturas en análisis ajustados por edad y comorbilidad.
Los resultados de numerosos estudios indican que los pacientes que toman más medicamentos tienen más probabilidades de sufrir caídas. En un estudio observacional, se observó que los pacientes hospitalizados de más de 50 años de edad que tomaban 6 o más medicamentos tenían tres veces más riesgo de caer que los que tomaban menos.
A la hora de plantear medidas para reducir el exceso de medicación, los pacientes polimedicados tienen buena predisposición a disminuir el número de medicamentos que toman. Una buena estrategia puede ser empezar revisando los fármacos con un mayor riesgo de caídas.
Romosozumab incrementa la formación de hueso nuevo. En dos ensayos clínicos (
Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son fármacos muy utilizados. Los resultados de varios estudios sugieren que su uso se asocia afectos adversos que pueden ser graves (enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales crónicas, demencia, neumonía, cáncer gástrico, infecciones por Clostridium difficile o fracturas osteoporóticas). Estudios previos ya habían sugerido una mayor mortalidad asociada a su uso.