La vacunación contra la COVID-19 se ha planteado como elemento fundamental para el control de la pandemia. El objetivo de este estudio es describir las sospechas de reacciones adversas (RAM) notificadas entre los profesionales sanitarios vacunados en el hospital.
Se diseñó un estudio descriptivo de las sospechas de RAM identificadas entre los profesionales vacunados entre enero y marzo de 2021. Se diseñó un formulario electrónico específico al tiempo que se promovió la notificación espontánea. También se recogieron datos sobre características de los profesionales, vacuna administrada, gravedad y desenlace de la RAM.
Un total de 8.169 profesionales recibieron las dos dosis de la vacuna (6.672 de Comirnaty® y 1.497 de Spikevax®). Durante el período de estudio se recibieron 894 notificaciones de sospechas de RAM (762 de Comirnaty® y 132 de Spikevax®). La mayoría de sospechas de RAM notificadas eran reacciones ya descritas en la ficha técnica. Se trató de síntomas leves que no requirieron asistencia sanitaria y se recuperaron en unos 3 días.
Uno de cada cuatro casos (23,6%) fue una sospecha de reacción adversa sólo tras la primera dosis, en más de la mitad de los casos (56,2%) se trató de una sospecha tras la segunda dosis, y en un 20% a ambas dosis. Entre los profesionales que habían pasado la infección, se observó un mayor porcentaje de notificación después de la primera dosis (42,7%). También se vio una mayor tasa de reacciones adversas tras la primera dosis con la vacuna Spikevax® (41,6%) comparado con la vacuna Comirnaty® (20,5%).
Éste es un ejemplo del valor de la notificación espontánea como herramienta de Farmacovigilancia para confirmar el perfil de toxicidad de los nuevos fármacos con datos de práctica real.