Trascribimos fielmente, con permiso de los autores, parte de la introducción del último boletín INFAC sobre nuevos tratamientos hipolipemiantes:
«Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son una de las causas principales de morbilidad y constituyen la primera causa de muerte en España. Las modificaciones en el estilo de vida son una de las estrategias más importantes para intentar reducir la incidencia de las ECV en pacientes con hipercolesterolemia, ya que influyen sobre otros factores de RCV y constituyen la primera línea de tratamiento.

En caso de requerir tratamiento farmacológico, las estatinas son los fármacos de elección. Aunque son fármacos seguros, algunas personas no los toleran y pueden requerir una modificación en su tratamiento (suspensión, disminución de dosis o cambio de estatina). Por otra parte, muchos pacientes no alcanzan el nivel objetivo de c-LDL a pesar del tratamiento con las dosis máximas recomendadas de estatinas. En estos casos, las guías de práctica clínica recomiendan añadir ezetimiba aunque su beneficio sobre eventos cardiovasculares (CV) es modesto (reducción del riesgo relativo del 6%, HR 0,94 (IC: 0,89-0,99)) y se ha obtenido fundamentalmente en población muy seleccionada. Antes de cualquier intensificación del tratamiento es necesario revaluar la adherencia al tratamiento farmacológico y a los cambios en el estilo de vida (dieta, ejercicio).
En los últimos años, se han comercializado otros medicamentos hipolipemiantes como los inhibidores de la PCSK9 (i-PCSK9) (evolocumab y alirocumab), el ácido bempedoico (solo o asociado a ezetimiba), el icosapento de etilo y el inclisirán. El objetivo de este INFAC es resumir la evidencia sobre la eficacia, la seguridad y el lugar en la terapéutica de estos nuevos hipolipemiantes. Se añade también información útil sobre otros medicamentos indicados en atención hospitalaria en hipercolesterolemia familiar homocigótica (evinacumab y lomitapida) y síndrome de quilomicronemia familiar (volanesorsén).»
Independientmente del fármaco que seleccionemos, un aspecto fundamental en la terapéutica hipolipemiante es establecer los niveles de LDL a partir de los cuales se consideran indicados cada uno de estos tratamientos. Sobre esta cuestión, la controversia está servida. En resumen, un boletín de lectura obligada.


