La FDA acaba de autorizar a la suzetrigina (Journavx), un analgésico no opioide para el tratamiento del dolor agudo moderado a intenso de corta duración en adultos. Su desarrollo se centra en la hipótesis que evita los problemas de adicción que generan los opioides. Se administra por vía oral en comprimidos de 50 mg. Se trata del primer fármaco de su grupo y el primer analgésico aprobado por la FDA en 25 años y es el resultado del Food and Drug Administration Overdose Prevention Framework que trabaja para reducir el impacto en salud pública de la crisis de los opiáceos en este país, mediante la promoción del desarrollo de nuevos analgésicos no opiáceos.
La eficacia de la suzetrigina se basa en los resultados de dos ensayos clínicos aleatorizados, doble ciego, controlados con placebo en pacientes con dolor agudo postquirúrgico, un grupo después de una abdominoplastia y el otro después de una bunionectomía. Los resultados mostraron que el fármaco redujo el dolor de forma más eficaz que un placebo.

El perfil de seguridad de suzetrigina se basa principalmente en datos de los ensayos, en 874 participantes con dolor agudo moderado a severo después de abdominoplastia y bunionectomía, con datos de seguridad de apoyo de un estudio abierto de un solo brazo en 256 participantes con dolor agudo moderado a severo en una variedad de indicaciones. Las reacciones adversas más frecuentes fueron prurito, espasmos musculares, aumento del nivel sanguíneo de creatina fosfoquinasa y erupción cutanía. Suzetrigina está contraindicado para su uso concomitante con potentes inhibidores del CYP3A.
La suzetrigina actúa alterando la vía de señalización del dolor que involucra a los canales de sodio dependientes de voltaje a nivel de sistema nervioso periférico; esto evitaría el potencial adictivo de opioides que actúan a nivel de sistema nervioso central. A diferencia de los medicamentos opioides, que reducen las señales de dolor en el cerebro, la suzetrigina actúa cerrando los canales de sodio a nervios periféricos y evita que se transmita la señal dolorosa al cerebro.
Aunque la autorización inicial contempla el tratamiento del dolor agudo, existe la posibilidad de que también pueda ser útil para el manejo del dolor crónico.
El fármaco todavía no ha sido presentado para su evaluación en Europa.