La pandemia del coronavirus ha tenido un profundo impacto en la salud mental de la población y ha supuesto un aumento relevante en el uso de psicofármacos.
Se acaba de publicar un estudio cuyo objetivo fue evaluar las tendencias en la prescripción de antidepresivos durante la pandemia del Covidien-19 en Gran Bretaña y los costes derivados de su uso.
Entre enero y diciembre de 2020 se dispensaron un total de 78 millones de prescripciones de antidepresivos, 4 millones más que en el año 2019, con un coste añadido neto de 139 millones de libras respecto al año previo. Sólo las prescripciones de sertralina, un antidepresivo inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina, supusieron un gasto suplementario de 113 millones durante el 2020. El pico de dispensación de antidepresivos se produjo durante el mes de marzo, mientras que el de gasto se observó en abril del mismo año.
Los autores concluyen que el aumento de las prescripciones de antidepresivos y los costes derivados a raíz de la pandemia de la COVD-19 son un problema creciente que se deberá seguir. En la medida que las condiciones no se modifiquen existe el riesgo de una cronificación. También preocupa el aumento progresivo del uso de estos fármacos entre adolescentes y jóvenes.
En este contexto, datos recientes de una encuesta realizada por el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) en nuestro ámbito ponen de manifiesto que, durante la pandemia, una de cada cuatro personas ha tenido miedo a morir. Un 80% de los trastornos mentales sufridos durante la pandemia han sido la ansiedad y la depresión. Por último, los pacientes que durante el 2020 recibió un ansiolítico o un antidepresivo, casi un 80% continúa recibiéndolos.