La inteligencia emocional se define como «la habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual». Los resultados de un cuestionario sobre inteligencia emocional distribuido a enfermeras de enfermos críticos sugieren que esta es adecuada en la mayoría de dimensiones evaluadas si bien se mostró mejorable en algunos aspectos.
Se llevó a cabo un estudio descriptivo, en el que participaron las enfermeras en activo de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) del HUB durante el mes de septiembre de 2016. Se evaluaron: edad, sexo, experiencia laboral en la UCI, y la puntuación media de 3 dimensiones de la escala de Rasgos Meta-Mood de 24 ítems (TMMS-24):
1) Atención emocional (soy capaz de sentir y expresar los sentimientos de forma adecuada);
2) Claridad de sentimientos (comprendo bien mis estados emocionales); y
3) Reparación emocional (soy capaz de regular correctamente los estados emocionales).
Respondieron el cuestionario 75 enfermeras y 17 enfermeros. La puntuación global del cuestionario TMMS-24 fue de 27 en mujeres (14-37), y de 26 en hombres (20-33).
En el dominio de atención emocional, el 53% (9/17) de los hombres encuestados mostraron una adecuada atención, frente al 45% (34/75) de las mujeres. En el dominio de claridad de sentimientos, se observó una necesidad de mejoría en un 41% (7/17) de los hombres y un 21% de las mujeres. Por último, en ambos grupos se observó una adecuada respuesta en cuanto a la capacidad de reparación emocional (> 65%).
Estos resultados aportan una información que resulta muy valiosa para conocer las fortalezas y las posibilidades de mejora en la atención al paciente crítico en la dimensión más emocional. Este es un aspecto especialmente relevante en la atención a estos enfermos.