Las fluoroquinolonas son un tipo de antibiótico que se utiliza ampliamente en las infecciones respiratorias y del tracto urinario. A pesar de tratarse de un grupo de antibióticos con elevada prevalencia de uso en una gran variedad de indicaciones, su uso no es inocuo, y presenta un perfil de seguridad con efectos secundarios, gastrointestinales, dermatológicos, osteoarticulares , cardiovasculares y neurológicos.
A raíz de diferentes señales de farmacovigilancia generadas en EEUU a partir de pacientes que presentaban ideaciones suicidas al iniciar tratamiento con fluoroquinolonas, la FDA revisó los datos farmacoepidemiológicos. En 2016, la agencia reguladora americana incluyó en la ficha técnica el potencial riesgo de inducir ideación y conducta suicida. En 2018 la AEMPS también emitió una nota informando de dicho riesgo.
Un estudio de cohortes de publicación reciente evaluó la asociación entre el uso de fluoroquinolonas (ciprofloxacino, levofloxacino, moxifloxacino, gemifloxacino, ofloxacino, gatifloxacino, norfloxacino) y el riesgo de ideación o conducta suicida. Más de 2,7 millones de pacientes mayores de 18 años en dos cohortes con neumonía o infección de orina y que recibían alguno de estos antibióticos se siguieron durante 6 meses con el objetivo de determinar sus visitas a urgencias o los ingresos hospitalarios relacionados con ideaciones autolíticas. Los resultados se compararon con una cohorte de pacientes que habían recibido azitromicina o trimetoprim-sulfametoxazol en las mismas indicaciones.
Después de 60 días de seguimiento, el riesgo de atención médica o ingreso por ideación o conducta suicida no fue superior en los pacientes de las cohortes que recibían fluroquinolonas respecto azitromicina o trimetoprim-sulfametoxazol (HR=1,01 [IC95% 0, 76-1,36] y HR=1,03 [IC95% 0,91-1,17] respectivamente).
Los resultados de este estudio no muestran un aumento del riesgo de suicidio que requiere atención hospitalaria o ingreso. En estudios previos se habían visto resultados contradictorios: un análisis de las reacciones adversas recogidas a través de la base de datos VigiBase (Samyde J, et al., 2016) sugirió un aumento del riesgo, mientras que en un estudio de casos y controles previo (Jick SS, et al, 1998) no confirmava dicha asociación. Los autores concluyen que a pesar de estos resultados, no se puede excluir de forma definitiva un pequeño incremento del riesgo, y que esto podria explicarse por tratarse de casos con sintomatología leve que no llegan a requerir atención médica hospitalaria. En cualquier caso, se recomienda tener en cuenta este efecto adverso en los pacientes tratados.
Adrià Domingo
R3 Farmacología Clínica