En el último número del boletín Australian Prescriber, se publica una revisión sintética sobre los riesgos asociados al uso de fluoroquinolonas.
Las fluoroquinolonas son antibióticos de amplio espectro con una buena biodisponibilidad oral que se utilizan para el tratamiento de una amplia variedad de infecciones bacterianas entre las que incluyen infecciones de las vías urinarias y respiratorias, del aparato genital y gastrointestinal, así como infecciones cutáneas, óseas y articulares.
En los últimos años han surgido alertas sobre su seguridad. Los resultados de varios estudios epidemiológicos han mostrado un aumento del riesgo de efectos adversos raros pero potencialmente graves. Además de las tendinopatías previamente conocidas, se ha identificado un riesgo de neuropatía periférica, aneurisma aórtico, insuficiencia valvular y regurgitación cardíaca (ver notas AEMPs 2018 y 2020).
En este contexto, las agencias reguladoras han implementado medidas informativas y de restricción de uso e insisten en la importancia de prescribir estos medicamentos en las situaciones en las que la relación beneficio/riesgo esté más clara. La prescripción segura de fluroquinolonas requiere el reconocimiento de los pacientes con factores de riesgo de toxicidad y la suspensión inmediata del medicamento en caso de sospecha de reacción adversa.
En estas circunstancias, una adecuada política de antibióticos debe incluir reservar la utilización de estos fármacos para cuando no se disponga de alternativas terapéuticas adecuadas. Con esto garantizamos un uso más seguro.