Las náuseas y los vómitos son un motivo frecuente de consulta en atención primaria. Se trata de un síntoma que puede desencadenarse por múltiples causas. En el último número del Butlletí d’Informació Terapèutica se actualiza la cuestión y se resume de manera clara y práctica las causas más frecuentes, los principales grupos de fármacos que pueden ser causa, los tratamientos disponibles, y las principales recomendaciones en las diferentes situaciones clínicas. Destacamos algunos puntos clave:
Antes de iniciar un tratamiento antiemético específico es recomendable reconocer la causa para evitar un retraso en el diagnóstico.
En la mayoría de casos las náuseas y los vómitos suelen mejorar y desaparecer en 12 a 48 horas sin necesidad de tratamiento y no está claro el beneficio de utilizar antieméticos siempre que se mantenga una buena hidratación.
Los antieméticos disponibles en nuestro país se pueden clasificar en antihistamínicos, fenotiacinas, ortopramidas y antiserotoninérgicos:
- Los antihistamínicos son útiles en la cinetosis y náuseas causadas por alteraciones vestibulares;
- las fenotiacinas (prometazina) son especialmente útiles en la prevención de las náuseas y vómitos relacionados con procesos neoplásicos y en la emesis por medicamentos;
- las ortopramidas (metoclopramida y domperidona) son los antieméticos más útiles en las patologías gastrointestinales;
- los antiserotoninérgicos (ondansetrón y granisetró) están indicados en la prevención de las náuseas y los vómitos inducidos por quimioterapia moderada y altamente emética.