La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha alertado sobre el riesgo de inicio o exacerbación de síntomas de miastenia gravis en pacientes tratados con estatinas. En una guía de consenso internacional de 2020 se recomienda una vigilancia estrecha de los pacientes con miastenia gravis cuando se inicia el tratamiento con una estatina, dado las estatinas pueden raramente empeorar o precipitar una miastenia gravis.
Desde junio de 1995 hasta junio de 2023, la Agencia Británica del Medicamento (MHRA) ha recibido 10 notificaciones de sospecha de miastenia gravis asociada al tratamiento con una estatina (como simvastatina, atorvastatina o pravastatina). Dado el amplio uso de estatinas, el número de casos es muy reducido. De los 10 casos notificados, la mediana de edad de los pacientes era de 66 años (con un intervalo entre 40 y 89 años, y la mayoría tenían más de 60 años). Los síntomas, que se iniciaron desde pocos días hasta 3 meses del inicio de la estatina, incluyeron visión doble, dificultad para hablar o tragar, debilidad de extremidades inferiores y dificultad para respirar. En tres de los 10 casos se produjo recurrencia o exacerbación de los síntomas en pacientes con miastenia gravis conocida. En un caso, hubo reexposición con recurrencia de los síntomas al reiniciar la estatina. En 4 casos, los pacientes fueron hospitalizados, pero la mayoría se recuperaron y no hubo casos mortales.
Hasta ahora, no hay suficientes datos para concluir si diferentes estatinas, distinta duración del tratamiento y diferentes dosis alteran el riesgo. Tampoco se conoce si el desarrollo de una miastenia gravis de nueva aparición tras el tratamiento con una estatina es transitorio o permanente.
En los últimos meses, las agencias reguladoras han informado de algunos casos notificados de inicio o exacerbación de miastenia gravis en pacientes tratados con estatinas, y se actualizará la información en las fichas técnicas y el prospecto de estos medicamentos1. Se recomienda informar a los pacientes que acudan a su médico en caso de presentar algún síntoma como debilidad en extremidades, visión doble o párpados caídos, dificultad para tragar o dificultad para respirar.
Los casos de posibles efectos adversos de tipo miasténico asociados con las estatinas eran conocidos. En 2019, un análisis de las notificaciones recogidas en la base de datos de la OMS VigiBase mostró que en un 4,3% de los casos notificados de miastenia gravis el fármaco sospechoso era una estatina2. Los autores consideran una posible señal de seguridad débil que se ve compensada por los beneficios cardiovasculares de las estatinas, pero los profesionales deben ser conscientes de esta posible reacción que puede requerir considerar la retirada del fármaco o el tratamiento de la miastenia. Se desconoce el mecanismo de esta asociación y no se ha descrito la presencia de anticuerpos anti-receptor de acetilcolina en todos los casos. En una guía de consenso se recomienda una vigilancia estrecha de los pacientes con miastenia gravis cuando se inicia una estatina3. Aunque el número de casos es muy reducido, dado el amplio uso de estatinas, hay que tener presente el posible riesgo y se recomienda una vigilancia estrecha de los pacientes con miastenia cuando se inicia el tratamiento con estatinas.