Ayer 20 de Mayo se celebró el Día Internacional del ensayo clínico. Se conmemora que en 1747 el doctor James Lind llevó a cabo con éxito el que se considera el primer ensayo clínico de la historia. El ensayo evaluó la eficacia del ácido ascórbico para el tratamiento del escorbuto y los resultados mostraron la eficacia de la vitamina C para curar la enfermedad. Aquel hecho sentó las bases de lo que es, hoy, la investigación clínica moderna.
Según la OMS, un ensayo clínico es cualquier estudio de investigación que asigna de forma prospectiva a sus participantes con el objetivo de evaluar los efectos de una o más intervenciones sanitarias. Hoy podemos decir que el ensayo clínico es el elemento central en investigación para evaluar la eficacia de intervenciones curativas o preventivas y se considera fundamental en la generación de conocimiento.
En los últimos años, la creación de redes y consorcios ha promovido la realización de ensayos clínicos multinacionales en diferentes ámbitos; esto ha facilitado los procesos garantizando el mejor método. En nuestro entorno, la European Clinical Research Infrastructure Network (ECRIN) a nivel europeo, y la Plataforma SCReN en España, coordinan y apoyan la puesta en marcha y el desarrollo de ensayos clínicos multicéntricos de promoción independiente.
Desde Ecrins ha querido celebrar la fecha y reforzar el mensaje que, en tiempos de pandemia Covidien-19, resulta más prioritario que nunca promover la realización de estudios de metodología robusta que den respuesta a las necesidades que nos plantea la enfermedad, sin olvidar que, también en situaciones de emergencia sanitaria, la investigación de calidad sigue siendo una prioridad urgente.