La agencia australiana de medicamentos (TGA) ha publicado una nota informativa en la que se recuerda y alerta sobre el riesgo de hipofosfatemia sintomática por hierro carboximaltosa y recomienda la evaluación de los factores de riesgo individuales antes del inicio del tratamiento. El mecanismo de producción no está bien establecido aunque se especula sobre un aumento de la eliminación renal de fósforo. De los 15 casos notificados y evaluados por la TGA hasta febrero del 2020, cuatro fueron graves. El tiempo hasta el inicio de los síntomas varió de pocos días hasta dos semanas del inicio de Ferinject®. La mayoría de los pacientes se recuperó con fosfato oral, calcitriol o con suplementos de fosfato endovenoso.
El hierro carboximaltosa (Ferinject®), de administración endovenosa, se utiliza para el tratamiento de la ferropenia cuando los preparados orales no son efectivos o no se pueden utilizar.
En general, la hipofosfatemia asociada al tratamiento es leve, transitoria y asintomática. Sin embargo, en algunos casos puede cursar con dolor, náuseas y astenia. La hipofosfatemia grave, por otro lado, se asocia a alteraciones sistémicas, que incluyen:
- Síntomas musculares (debilidad muscular, astenia, miopatía progresiva que puede generar afectación cardiorrespiratoria y muerte).
- Síntomas neurológicos (temblores, alteración del nivel de conocimiento, convulsiones, parálisis, cefalea)
- Alteraciones hematológicas.
Las formas graves son más frecuentes en pacientes con tratamiento de reposición con hierro de larga duración y en aquellos con ferritina basal baja, alteraciones gastrointestinales, desnutrición y otras causas de déficit de fosfato. En estos pacientes se recomienda una vigilancia estrecha.
Thiago Carnaval
R2 de Farmacologia Clínica