A mediados de junio los medios de comunicación recogieron la autorización de la agencia reguladora del medicamento de Canadá para la comercialización de un nuevo fármaco para el tratamiento de la ELA, llamado Albrioza. Se trata del primer país que ha dado luz verde a este nuevo medicamento, inmerso por ahora en ensayos clínicos que servirán para determinar su grado de efectividad sobre la enfermedad.
La Unidad Funcional de Enfermedad de Motoneurona (UFMM) del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Bellvitge participa en el ensayo clínico Phoenix, que evalúa los efectos de la AMX0035, base de Albrioza. Se trata de un ensayo fase III, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo y multicéntrico.
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La aprobación canadiense del medicamento está condicionada a los resultados de este ensayo clínico, que se desarrollará durante 48 semanas.
La Dra. Mònica Povedano, jefe de la UFMM, destaca que “tenemos que tener paciencia y seguir los tiempos del método científico. Es fundamental realizar correctamente el ensayo clínico y animar a los pacientes a participar, con el objetivo de confirmar los primeros resultados, ya publicados, de ralentización de la caída de la escala funcional.
El fármaco en estudio es una combinación de dos compuestos ya conocidos: el ácido taurursodeoxicólico y el fenilbutirato de sodio, que actúa sobre la mitocondría y el estrés oxidativo, dos mecanismos relacionados con la neurodegeneración.
La Dra. Povedano subraya que la unidad del HUB continuará trabajando de forma multidisciplinar, “tratando síntomas y animando a los pacientes a participar en los ensayos. Creemos que éste es el camino que nos permite avanzar en el conocimiento de la enfermedad”.