Desde el pasado mes de febrero, el sistema público de salud catalán cuenta con una nueva unidad multidisciplinaria para las enfermedades de motoneurona. La nueva unidad del Hospital Verge de la Cinta de Tortosa mejorará la atención de los pacientes de las Terres de l’Ebre y añade un nuevo eje a la estructura de tratamiento e investigación de la ELA.
Con la incorporación del centro de Tortosa, son ya 7 los hospitales catalanes que cuentan con una unidad especializada en enfermedades de motoneurona: Bellvitge; Vall d’Hebron; Sant Pau i Santa Creu: el Hospital del Mar; el Josep Trueta de Girona y el Joan XXIII de Tarragona.
El neurólogo Iago Payo, responsable de la nueva Unidad Multidisciplinar del Hospital de Tortosa Verge de la Cinta, presenta en esta entrevista los principales rasgos de la hoja de ruta de este nuevo recurso. Bienvenidos y buen trabajo!
- ¿Cuáles son los principales objetivos de la nueva unidad del hospital Virgen de la Cinta?
La creación de esta unidad nace de la necesidad del territorio de responder a la demanda de los pacientes con enfermedad de motoneurona que atendemos en nuestro centro para que se puedan beneficiar de una atención multidisciplinaria, tal y como recomiendan todas las guías actuales de manejo de estas enfermedades.
Si bien es cierto que todos estos pacientes siempre son derivados (y lo seguirán siendo) a la Unidad Funcional de Motoneurona del Hospital Universitario de Bellvitge (nuestra referencia), debemos tener en cuenta la distancia a la que nos encontramos de la Hospitalet de Llobregat, lo que hace que, conforme va avanzando la enfermedad, estos pacientes tengan una dificultad muy grande para desplazarse a las visitas. Es por ello, que desde nuestro centro intentamos responder a las necesidades de estos pacientes en función de nuestras posibilidades, siempre manteniendo una estrecha colaboración con nuestra unidad de referencia.
- ¿Qué tareas han centrado los primeros meses de trabajo de la Unidad?
La unidad se puso en marcha en febrero de 2020, aunque ya llevábamos tiempo trabajando en su formación. Después la asistencia presencial se detuvo por la situación de pandemia y ha sido retomada en junio de 2020.
Las primeras tareas han estado encaminadas a organizar el espacio físico para las visitas, coordinar la atención con todos los servicios implicados y elaborar una relación de pacientes que se benefician de la nueva manera de realizar la atención y las visitas. Hemos empezado a reducir desplazamientos en Bellvitge manteniendo el contacto con los profesionales de la Unidad de Motoneurona del centro y también hemos elaborado un mapa de la situación social de cada paciente y familia.
- Cómo se articula la colaboración con otras unidades del territorio, y especialmente con la Unidad de Motoneurona de Bellvitge?
Estamos en contacto directo vía telefónica o por correo electrónico con una buena colaboración y feedback por parte de las dos bandas. Hay que recordar que ya previamente la relación era muy buena con las personas que conforman la Unidad de Motoneurona de Bellvitge por su rápida respuesta e implicación en todos nuestros pacientes.
El próximo objetivo es aprovechar las nuevas tecnologías para realizar sesiones clínicas vía telemática y poder optimizar las relaciones bidireccionales.
- ¿Cuántos profesionales y servicios del Virgen de la Cinta participan en la Unidad?
En este momento conforman la Unidad un neurólogo, un neumólogo, una endocrinóloga, una médica rehabilitadora, una nutricionista, una logopeda, una trabajadora social y una enfermera especializada, y estamos en vías de poder contar con una psicóloga.
- ¿Cuántos pacientes está tratando hoy por hoy y cuántos estimas que podéis llegar a atender?
En este momento contamos con 10 pacientes (aunque iniciamos con 13). Desconocemos si hay más pacientes en el territorio que se visiten a otros centros. Nuestro objetivo es poder dar atención a todos los pacientes de nuestra área sanitaria que lo requieran.