Entrevista a Manel Portero, investigador del IRBLleida. «Los ácidos grasos omega-3 pueden actuar en algunos modelos de ELA como potentes protectores, contribuyendo a que la enfermedad no avance tan deprisa»

Un estudio del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IRBLleida) identificó el pasado mes de enero determinadas propiedades protectoras en el consumo de ácido docosahexaenoico (DHA), un ácido graso que interviene en funciones clave del sistema nervioso. La investigación muestra que el DHA puede tener efectos beneficiosos en la neuroinflamación, muy presente en la ELA.

El profesor Manuel Portero, del grupo de investigación de Fisiopatología Metabólica del IRBLleida nos explica en detalle la investigación en esta entrevista.

1. ¿Cuál era el principal objetivo del estudio y sus puntos de partida?

Partimos de que tanto la investigación realizada en otros grupos como en nuestro (Dra Povedano-Dr Ferrer) describe que con la ELA hay cambios muy importantes en las grasas que forman parte de la estructura de las neuronas y otras celulas células del sistema nervioso. También se demuestra que hay una alteración en los procesos de fabricación de estas grasas en modelos experimentales y de células de pacientes. Los cambios son muy diversos dependiendo del paciente, pero hay un tipo especial de grasas, las llamadas omega-3, que demostraban cambios en su concentración de forma muy marcada. Asimismo, en otras enfermedades neurodegenerativas también se ha visto disminuciones en la concentración de estas moléculas. Dado que tienen un papel muy relevante en la estructura de las neuronas, en la fabricación de moléculas de señalización entre diferentes células, para el mantenimiento de una buena función nerviosa, y también juegan un rol en la vuelta a la normalidad después de la inflamación, nos planteamos si los cambios en la cantidad de ácidos grasos omega 3 podrían variar el curso de la enfermedad. Como estos compuestos entran en nuestro organismo a través de la dieta, nos planteamos si los cambios en la dieta en modelos experimentales de la enfermedad, un ratón modificado genéticamente, podían afectar al grado de desarrollo de la enfermedad.

2. ¿Cómo se ha llevado a cabo el proyecto?

Esencialmente, una gran parte del estudio se ha hecho en un modelo de enfermedad de la neurona motora de ratón modificado genéticamente. Estos ratones se han modificado genéticamente para producir grandes cantidades de una proteína que en humanos causa una forma familiar de la ELA. A estos ratones se les ha dado tres tipos de dietas: no modificada, baja en omega-3 y una dieta baja en omega-3 con adición de una grasa especial relacionado llamado ácido docosahexaenoico (DHA). Después los resultados se han comprobado en otros modelos de la enfermedad, no sólo en ratones transgénicos. En todos los modelos, se han medido parámetros como la inflamación en el sistema nervioso, el cambio de composición de las membranas celulares, las modificaciones de radicales libres, y otras variables relacionadas con el desarrollo de la enfermedad.

3. ¿Cuáles son sus principales conclusiones?

La principal conclusión es que los ácidos grasos omega-3 pueden actuar en algunos modelos como potentes protectores, contribuyendo a que la enfermedad no avance tan deprisa en el ratón. Además, se describió que un factor que a menudo no se tiene presente, el género, puede interactuar en la enfermedad. La ELA es un poco más frecuente y grave en hombres que en mujeres, y en el caso de los ratones, el tratamiento con DHA consiguió que los ratones machos desarrollaran más lentamente la enfermedad, tanto como las hembras. La diferencia de tiempo que se consigue, equivalente a varios meses en tiempo del ser humano, nos hace pensar que la enfermedad y las formas diferentes de presentarse en cada persona, pueden estar relacionadas con el metabolismo de estas grasas especiales .

4. ¿Cuáles son sus principales conclusiones?

La principal conclusión es que los ácidos grasos omega-3 pueden actuar en algunos modelos como potentes protectores, contribuyendo a que la enfermedad no avance tan deprisa en el ratón. Además, se describió que un factor que a menudo no se tiene presente, el género, puede interactuar en la enfermedad. La ELA es un poco más frecuente y grave en hombres que en mujeres, y en el caso de los ratones, el tratamiento con DHA consiguió que los ratones machos desarrollaran más lentamente la enfermedad, tanto como las hembras. La diferencia de tiempo que se consigue, equivalente a varios meses en tiempo del ser humano, nos hace pensar que la enfermedad y las formas diferentes de presentarse en cada persona, pueden estar relacionadas con el metabolismo de estas grasas especiales .

5. ¿Qué consecuencias o nuevos trabajos de investigación se pueden derivar?

Debemos averiguar si estos cambios en grasas también se dan en la población humana, lo que ya se está preparando en un artículo. Si es el caso, permitiría establecer si existen diferentes formas de la enfermedad basadas en el metabolismo neuronal, en particular en este caso, en el manejo de las grasas omega-3 y los productos derivados. Con mucha investigación aún por realizar, en un futuro pretendemos que estas analíticas sean una herramienta para permitir una mejor predicción del curso temporal de la enfermedad, y si conseguimos entender las bases, al final podríamos ser capaces de hacer tratamientos «a medida» .. . es decir, en aquellos pacientes donde podamos demostrar que haya cambios lipídicos, estudiar cómo son y qué tipo de fármaco o aproximación terapéutica puede ser adecuada para retrasar lo máximo el avance de la enfermedad.

6. ¿Cómo ha colaborado la Unidad Funcional de Enfermedades de Motoneurona en este estudio?

La Unidad Funcional, en particular el equipo de la Dra. Povedano, es una pieza clave de esta investigación, ya que, gracias a la generosidad de los pacientes y de sus cuidadores, se pueden analizar muestras provenientes de los enfermos, y extrapolar así los hallazgos hechos en el laboratorio en el entorno asistencial. La experiencia de la Dra Povedano, y el resto del equipo multidisciplinar, mediante su experiencia en el diagnóstico y cuidado de los enfermos, ayuda a poner en contexto la investigación realizada en ratones. Adicionalmente, gracias a su participación, se han podido validar parte de los cambios observados in vitro en células dadas por los pacientes, y obtenidas y caracterizadas gracias a la labor de la Unidad Funcional. Además, ha participado en el planteamiento de la hipótesis de investigación, el desarrollo de la investigación y la comunicación y difusión de los resultados.

Estas imágenes de microscopía muestran como la dieta enriquecida en ácidos grasos omega-3 (DHA) puede contribuir a cambios en el sistema de reparación (mostrados en color verde), aunque la cantidad de neuronas (mostrada en color rojo) es similar. Las imágenes corresponden a secciones de médula espinal de ratones machos de 90 días de edad.

Lee aquí el artículo íntegro

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